01 marzo 2021

Teror, el alma de Gran Canaria

En el post fotográfico de esta semana les invito a conocer la villa de Teror, ubicada en el centro de la Isla de Gran Canaria y lugar obligado de peregrinación para propios y visitantes. Y cuando digo de peregrinación no lo digo en sentido figurado sino literal, ya que en ella se encuentra la basílica de Nuestra Señora del Pino, la patronal de Gran Canaria y de la diócesis de Canarias, que concita una extraordinaria devoción en esta y en otras islas del Archipiélago canario.

Según cuenta la leyenda, la sagrada imagen fue encontrada a finales del siglo XV en lo alto de un pino, cerca de donde se levanta el templo, y de ahí el nombre de la advocación. Cada año, cuando llega el 7 de septiembre, víspera de la celebración de la festividad principal, muchos caminos de Gran Canaria se animan con la presencia de centenares de romeros que acuden a Teror a pagar una promesa o simplemente a disfrutar de la fiesta. Mujeres y hombres, niños, jóvenes, adultos y mayores cumplen anualmente con una tradición a caballo entre los religioso y lo lúdico. 


La verdadera fiesta popular no es tanto la que tiene lugar cada año el 8 de septiembre, sino la víspera por la tarde y la noche. Durante la tarde la villa se engalana y la patrona sale a la puerta de la basílica para recibir los presentes de los 21 municipios de Gran Canaria, generalmente productos del campo y la mar. Concluida la romería se encienden ventorrillos y casetas, corre el vino, el ron y las tapas, entre las que no puede faltar el sabroso chorizo de Teror, al tiempo que se escucha en cada esquina el sonido de timples y guitarras que amenizan la fiesta con toda suerte de canciones y tonadas populares repetidas año tras año y, en muchos casos, transferidas de padres a hijos y a nietos. 



Aunque no solo es en septiembre cuando la llamada villa mariana por la presencia en ella de la patrona insular, se llena de visitantes. Cada domingo con ocasión de su mercadillo artesano y agrícola son también centenares las personas que se acercan a Teror para comprar pan de pueblo, algunos chorizos o quesos curados producidos en Gran Canaria. El que más y el que menos se adentra también en la basílica en donde ora durante unos minutos o simplemente se detiene frente al altar contemplando la imagen pequeñita de la patrona. Es en parte esta devoción por la Virgen del Pino, además de su cercanía a Las Palmas de Gran Canaria, la que ha hecho de Teror una villa económicamente próspera, que en la actualidad cuenta con una población de unos 12.500 vecinos. 


El casco antiguo está en general bien conservado y es un placer perderse por sus callejas, incluso para aquellos que la hemos recorrido en numerosas ocasiones. Siempre es posible encontrar una esquina, una puerta, una ventana, una tapia, un rincón o un detalle en el que no habíamos reparado la última vez que pasamos por allí. 


Llegar a Teror es rápido y cómodo, tanto en transporte público como en vehículo privado. Si se va desde Las Palmas de Gran Canaria es preferible el transporte público, que circula con mucha frecuencia y no presenta los problemas de aparcamiento que supone el uso del choche privado. Al final del post pueden encontrar algunos enlaces con mucha más información sobre la historia de Teror, sobre la devoción a la Virgen del Pino y sobre lo que se puede hacer y ver en esta singular villa grancanaria. Y ahora unas cuantas fotos de mi cosecha, seleccionadas de algunos paseos no solo por el caso de la villa sino por otras zonas del municipio. 

¡Qué disfruten del paseo!



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